SAETA A LA VIRGEN DE LA SOLEDAD
Mírala por donde viene
la Soledad con su pena,
de dolor el alma llena
y el rezo que la sostiene.
En sus ojos brilla el alma
y entre lágrimas se vierte
contemplando al Hijo inerte
entre la sangre y la llama...
En la calle Carniceros...
¡Maravilla!...
Se escucha la voz del pueblo
¡Saeta por seguirillas!
Soledad del alma mía
tu sangre sobre el madero
te va diciendo: ¡te quiero!
¡No llores más, Madre mía!...
***
Eladio S. J.
Eladio S. J.
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