SALUDOS A MIS
PAISANOS ARROYANOS ALLÁ DÓNDE ESTÉN
Buenos días a mis paisanos allá donde se encuentren:
Fiel al compromiso que adquirí en “la Carta a la Redacción”
que escribí en el mes de noviembre a nuestro Ateneo de Arroyo de la Luz, me
dirijo nuevamente a todos vosotros para que, de alguna manera, nos unamos
simbólicamente en estas fechas tan significativas y entrañables: El día de la
Luz. Este día, ya en sí, nos une a todos los arroyanos porque aun sin estar
presentes, desde cualquier lugar en que nos encontremos, con nuestra
imaginación y nuestro corazón se vuela a esa Corredera que, repleta de gente,
trasmite la alegría que tantas veces hemos sentido todos nosotros y que forma
parte del ADN de todo arroyano.
Escribo en el blog de nuestro Ateneo de Arroyo de la Luz porque considero que es la ventana a la que
podemos asomarnos todos desde cualquier rincón del mundo para mirar y sentir a
nuestro pueblo.
La contribución literaria que deseo hacer en esta ocasión,
es el poema con el que obtuve el segundo premio en el III CONCURSO REGIONAL DE
POESÍA Y NARRACIONES BREVES “POETA JUAN RAMOS” que organiza el Ayuntamiento de
Arroyo de la Luz junto al Ateneo Social y Cultural.
El poema, MAESTRO EN LA VIDA Y EN LA MUERTE, lo escribí poco tiempo después de morir mi padre, Rafael Ramos, hermano del poeta que
lleva el nombre de este concurso.
A
mi padre…
MAESTRO
EN LA VIDA Y EN LA MUERTE
¿Dónde
estás padre bueno
que
te palpo en el ambiente?
Te
has marchado.
¿Por
qué te has ido tan pronto?
¿Por
qué de repente dejarnos?
Nunca
pude imaginar
el
vacío de tu ausencia.
Tuve que sufrir en mí,
tan
dolorosa experiencia.
Analizando
mi vida,
recuerdo
tantos momentos
juntos
tú y yo, compartidos,
que
ahora es cuando valoro
el
tesoro que he perdido.
Cuando niño, eras mi dios,
al
crecer ya no eras tanto,
cuando
al fin era ya un hombre
te
criticaba tus actos,
y
ahora, que ya no te tengo,
siento
en mí cuanto me has dado.
Ejemplo
a seguir fue tu vida
y
en mi alma lo has sellado:
Mesura
y honestidad,
optimismo
demostrado.
Paciencia
ante los reveses
que
la vida te fue dando.
Trabajador
incansable
y
maestro en tu trabajo.
Y
a la hora de morir…
¿Qué
decir de este momento?
Nunca
le tuviste miedo;
siempre
decías que era un paso,
un
placentero descanso
del
caminar por la vida
con
alegrías y llantos.
Así
ha sido tu final,
coherente
a lo pensado:
¡Te
has ido sin darnos cuenta!
Evitando
sobresaltos
para
recordarte aún más…,
y
valorar tu legado.
Autor:
Luis Ramos Solano
Aprovecho el momento para agradecer nuevamente la generosa labor desinteresada que realizan todas las personas que de alguna manera contribuyen a su funcionamiento y sostenimiento, porque sin ellas sería imposible.
La gratitud es uno de los valores que han sufrido un menoscabo importante
en la sociedad actual y no debería ser
así.