UNA LUZ BAJO EL AGUA
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¡Oh la luz bajo el agua!...
Enamorado signo de mi tiempo
que me evoca una tarde de diciembre.
Lluvia en la calle,
donde el gris se hace dueño de mis ojos.
Recuerdos, nostalgias, hechizos de la carne.
¡Oh la luz bajo el agua! ¿Dónde brilla?
¿Dónde verla? Quizá tras la farola de mi calle
o en el cristal dormido de la tienda.
Una luz bajo el agua va nadando
y se oculta en el fondo de los mares.
¡Oh Sirena del alba y de la noche
devulveme los brillos de tus ojos!
He dejado mi barca varada en la ribera
y la duda tremenda de seguirte.
Quien encienda las luces bajo el agua
que me toque el costado y me socorra.
Sólo me queda amor en esta lucha,
encendido presagio de un olvido...
Que Astarté me socorra en este trance
donde el amor es lluvia de mi llanto.
Necesito ese amor para ver bajo el agua
esa luz que atraviesa las olas de mi vida.
Comparecer, andar, llegar ante la diosa
y decirle que amo
será el amable fin de tanta desventura.
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E. San Juan
