martes, 18 de noviembre de 2014

GALA DE ENTRGA DE PREMIOS DEL ATENEO

EL DÍA 21 DE NOVIEMBRE A LAS  19,30 EN CORRAL DE COMEDIAS TENDRÁ LUGAR LA GALA DE ENTREGA DE PREMIOS POETA, JUAN RAMOS. NO OS LO PERDÁIS.

domingo, 16 de noviembre de 2014

RINCÓN POÉTICO




       PAREJA DE ENAMORADOS



Tiene una voz de cascabel de plata.
Como una espiga dorada y esbelta
tiene ojos claros, de mirada atenta,
con la dulzura y  el  recato de Marta.

Regalo de los dioses, Dorotea
se siente a gusto como enamorada.
Un príncipe ha entrado en su morada.
Ella es como su Venus Citerea.

Como Telémaco es rubio y esbelto.
Con sus finos modales, delicados
y amorosos versos en su soneto

recita a corazón embargado,
pero exento de la melancolía.
Chiribita en sus ojos entregados.
   -  *  -
                Octubre, 2014

Alonso Ramos Espadero

viernes, 14 de noviembre de 2014

HISTORIA DE ARROYO: SUS PERSONAJES



ISTORIA DE ARROYO
NOTICIA DE Francisco Javier García Carrero / Doctor en Historia10/11/2014


Cuando en abril de 1931, y una vez que se celebraron las elecciones locales del día 12, se proclamó en toda España la Segunda República, uno de los apartados en el que los dirigentes políticos sabían que tenían que actuar con prontitud era en el educativo. Y es que, lo que se ha dado en llamar por algunos historiadores como "la República de los profesores" hizo de la educación uno de los ejes fundamentales de su actuación, convencidos, como estuvieron, que sólo un pueblo sólidamente formado era la garantía del progreso social y de la consolidación política del nuevo régimen republicano. Por consiguiente, urgía, como siempre señalaron, crear escuelas, pero apremiaba mucho más crear maestros para formar ciudadanos y no súbditos.

En 1931 Juan Ramos Aparicio ya había iniciado como alumno "libre" los estudios del magisterio en la Escuela Normal de Cáceres. Con anterioridad había cursado la enseñanza primaria en su pueblo de nacimiento con los docentes Manuel Andrada Ojalvo y, fundamentalmente, con el que él consideró siempre su "maestro ejemplar y apóstol de la escuela", Florencio García Rubio. Este último fue el que le inculcó la pasión por la cultura y por la enseñanza pública, entusiasmo y vocación que Juan ya no abandonó en ningún instante a lo largo de su dilatada existencia. García Rubio también fue el docente que le preparó para superar los estudios de bachillerato también "libre" en el instituto de Enseñanza Media de la capital cacereña.

Con la ayuda de su mentor, los estudios del futuro maestro arroyano continuaron dando sus buenos frutos durante los tres primeros años republicanos. Y es que a pesar de todos los cambios que el Estado español y la educación había experimentado en los últimos años, Juan Ramos tenía como meta concluir magisterio más pronto que tarde. Siempre tuvo muy claro que ser maestro era, y mucho más con el prestigio que la República estaba otorgando a la función del docente, un medio de ascenso social para las clases medias, como era la suya. Además, poseer el título de las Normales era de un enorme prestigio en una sociedad mayoritariamente analfabeta y que te capacitaba, de la misma forma, para el desempeño de una actividad laboral casi inmediata.

Todo el bagaje preparatorio concluyó en 1934. Por fin Juan Ramos Aparicio pudo mostrar con enorme orgullo a sus padres, Félix y Gregoria, el diploma que el Presidente de la República, Niceto Alcalá Zamora y en su nombre el ministro de Instrucción y Bellas Artes Filiberto Villalobos González, le otorgó y que le posibilitó para el ejercicio de una profesión que ya no le abandonó durante el resto de sus días. Un diploma del que se sintió muy satisfecho y que siempre estuvo enmarcado y colocado en un espacio importante de su domicilio. Se había hecho Maestro Nacional, todo un honor para él, su familia y para Arroyo, porque alcanzar el grado de maestro en aquella España estaba únicamente al alcance de las personas más cultas de la localidad, los intelectuales de los pueblos.

Con el título de maestro conseguido, muy pronto le llegó la oportunidad de mostrar su valía como docente. La administración educativa republicana le comunicó que su primer destino iba a ser una escuela como docente interino en un concejo asturiano. Debido a la lejanía del puesto de trabajo, este empleo dejó en su familia un poso de cierta tristeza, y más teniendo en cuenta la juventud de Juan Ramos, 20 años recién cumplidos.

Nada de lo anterior fue obstáculo para emprender el camino hasta su primera vacante como Maestro Nacional: Santa Eulalia de Oscos (Asturias), en el partido judicial de Castropol. Allí Juan se formó en los valores de la Escuela Unitaria. Un modelo de enseñanza que jamás olvidó ya que como a él le gustaba repetir "allí es donde se forja el temple del auténtico docente". Y no le faltaba razón con esta aseveración, ya que su primer destino le marcó con tal fuerza que ya, hasta su jubilación, el aula y la enseñanza de niños y adultos conformaron la única manera que conoció para ganarse la vida y sentirse plenamente realizado como persona.

El nombramiento de Juan está fechado el día 24 de octubre de 1935. Una jornada más tarde, y después de un viaje agotador, tomó posesión de la Escuela Mixta de Castro en Santa Eulalia con un sueldo anual de 3.000 pesetas. Se trataba de una zona de marcadísimo ambiente rural con una naturaleza virgen, una arquitectura típica muy bien conservada gracias al aislamiento geográfico y con unas gentes muy arraigadas a su tierra. La primera visión del pueblo no fue muy distinta a la que describieron otros maestros o maestras de primera enseñanza que llegaron a pueblos remotos españoles durante los últimos años de la década de los veinte o de los treinta del siglo pasado y que tan magníficamente describió Josefina Aldecoa en su Historia de una maestra.

Santa Eulalia, "Santalla", era un municipio de poca población, unos 1.600 habitantes y escasamente concentrados, aunque constituía el más rico en espacios naturales de los Oscos, una comarca colindante con las tierras gallegas de Lugo y compuesta de tres concejos, Villanueva de Oscos, San Martín de Oscos y Santa Eulalia de Oscos que fue a la postre el destino último del maestro arroyano. En definitiva, una tierra que a Juan, que llegaba de uno de las localidades más pobladas de la provincia cacereña y muy próxima a su capital, le pareció que se había detenido en el tiempo. Y es que la mayoría de las casas de Santa Eulalia eran hórreos de dos alturas. Unas viviendas de pizarra en los muros exteriores y tejados, y madera para vigas en ventanas y puertas. Únicamente la "Casa de A Pruida", residencia de la familia Bravo y Bermúdez, mantenía una clara distinción respecto al resto de las viviendas del vecindario.

La Escuela Unitaria Mixta de Santa Eulalia tenía una matrícula de unos cuarenta alumnos. Niños y niñas de diferentes edades, los mayores de unos 14 años y los más pequeños apenas alcanzaban los dos. A pesar de la integración que el maestro arroyano tuvo con esta escuela y con sus queridos niños, Juan sabía que con toda probabilidad no acabaría el curso escolar. Juan, como todos los mozos nacidos en 1915 había entrado en quinta para el servicio militar. Después del acto de talla que se celebró en Oscos y declarándole "soldado útil", y no sin graves problemas burocráticos vividos por su familia en Arroyo en relación con este asunto, Juan Ramos cesó en la escuela asturiana el 5 de mayo de 1936.

Poco después se inició la Guerra Civil y el proceso depurador que todos los maestros sufrieron sin excepción alguna. Juan vivió toda esta situación con gran zozobra. No en vano él era un Maestro de la República y que durante un curso académico ya había ejercido su docencia, y aunque creía que no tenía nada que temer, ignoraba fehacientemente si su comportamiento en algún momento había dado motivos para la sospecha por parte de alguna persona. No sería el primero que por motivos espurios habían entrado a formar parte de las listas "negras" del magisterio primario.

No obstante, y a pesar de sus creencias católicas, Juan Ramos fue objeto de depuración por las autoridades rebeldes cuando fue destinado a su segunda escuela en Belvís de Monroy. La principal acusación que ser vertió contra él fue la de mantener una gran amistad con otro maestro, Blas González Cid, que era abiertamente izquierdista. Por eso la Junta Técnica del Estado miró su caso con lupa ya que argumentaron que "podría estar contaminado". Nada de ello importó a Juan que continuó con su amistad con Blas, al igual que haría años más tarde con otros intelectuales a los que nadie quería acercarse durante los primeros años de posguerra, y debido a un pasado poco recomendable para las autoridades franquistas, Juan Luis Cordero Gómez y, especialmente, Pedro Caba Landa, al que defendió con denuedo desde el primer instante en que fue encarcelado, aunque esto ya es otra historia. 

miércoles, 12 de noviembre de 2014

DOCUMENTAL "MANUEL GOMEZ CANTOS"






El documental 'Manuel Gómez Cantos, estrellas de sangre' será presentado en la localidad este viernes, 14 de noviembre, a las 19.15 en el Corral de Comedias. Al acto asistirán el alcalde Santos Jorna, el director del documental José María Torreño, y el  historiador arroyano Francisco Javier García Carrero, autor del libro 'Manuel Gómez Cantos. Historia y memoria de un mando de la Guardia Civil', obra que ha servido de guión para este documental.
Se trata de un trabajo de 120 minutos en el que se repasa la peripecia vital y profesional del que fuera teniente coronel de la Guardia Civil, violento hasta el extremo, tanto con los que él consideraba enemigos como con sus subordinados. Recordar que en abril de 1945, después de regar la geografía española de cadáveres, mandó fusilar a tres miembros del instituto armado en esta misma población, y siendo uno de ellos natural de Arroyo de la Luz: Sóstenes Romero Flores.
Este documental ha sido presentado en Mesa de Ibor, Cáceres, Badajoz y Plasencia, obteniendo un gran número de público y buena crítica.