martes, 28 de febrero de 2012

EL RINCÓN DE LOS POETAS



ARROYO, EL TRÉBOL DE LA LUZ
Por Alonso Ramos.

He titulado la portada así, por elegir al trébol en sus dos acepciones: trilogía y vegetal, encarnando el carácter agrícola del pueblo. De la Luz, porque allí, en la Dehesa, tenemos los arroyanos nuestros principios: la ubicación de los comienzos de Arroyo, la Luz y guía de nuestros caminos y senderos y porque se dan los tres elementos: agua en sus arroyos, regatos y en la Dúa; tierra en la dehesa y arte en su ermita - templo, imágenes... -en sus tumbas, en las leyendas y tradiciones históricas.


No sólo la Luz, sino todo el pueblo es un trébol, una trilogía de agua, tierra y arte, reflejada perfectamente en su ancestral alfarería: agua de pozo; tierra - barro de la Dehesa, de Barcajadillo, el Campo... - y arte, el producto salido de su combinación, bajo la batuta de una media caña dirigida bajo las expertas manos del alfarero.

Arroyo es agua: su término está surcado por varios arroyos y regatos, por los ríos: Casillas y Pontones y por sus siete charcas: Las dos de Petit, Molano - hoy embalse de abastecimiento de agua a la población -, La Rachona, la Quebrada, la Charca Grande, y la Charca Chica.

Es tierra: sus dehesas, sus baldíos, sus lejíos, su corral de viña, su ribera de huertas...

Es arte en su cocina, trajes típicos, cancionero, corros, jotas, la pluma de sus escritores, piedras medievales en casas tradicionales, solariegas, blasones, convento, castillo, ermitas, iglesias, especialmente la de la Asunción, el buque insignia de Arroyo, de su arte, de su turismo, con su joyero de viejas piedras y su joya: las Tablas del Divino Morales.

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ILUSTRACIÓN



La ilustración de la portada lleva la firma de Jologa, que corresponde al pintor jerezano, mi amigo, José Lorenzo Gallego, quien ha expuesto en el extranjero y en muchas provincias españolas. En nuestra región, además de las ciudades de Cáceres y Badajoz ha pintado en varios pueblos. Se nota la sensibilidad del artista en sus dos años de permanencia en Badajoz, donde estudió nuestra tierra y fundó la pinacoteca del diario Hoy. Es famoso por sus bodegones, carteles, murales, retratos como el del “cantaó” Manolo Simón, recogido en el Diccionario Enciclopédico Flamenco de Andalucía. Somos varios los arroyanos los que gozamos en nuestros hogares con sus cuadros que pasan del hiperrealismo al impresionismo.

Jologa, con su pincel, ha sabido magnífica y fielmente interpretar la idea que le expuse sobre nuestra trilogía, simbolizada en el trébol y representada en la iglesia, ermita y un producto alfarero, haciendo presidir todo ello la imagen de nuestra Patrona, como Luz y Guía de Arroyo sobre el contorno del mapa de Extremadura.

El tipo de letra de la portada es diseño de Pedro Ramos Lozano, quien me ha orientado en el campo de la Informática, así como D. Fernando Jorde, además del escaneado de fotografías.

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Yo nací, yo soy


Yo nací en la alta Extremadura,
que en invierno casi siempre hiela,
en primavera de vida se inunda
y en el verano el calor sestea.
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Yo nací en las tierras cacereñas,
en aquellas tierras de labrantío,
en una hermosa Villa abolenga,
de mieses doradas y de baldíos.
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Yo nací y viví en tierras duras,
repletas de encinas y dehesas,
con ese río, Pontones, sin truchas,
pero con charcas de sabrosas tencas.
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Yo soy de la tierra que sufre y llora,
cuando mira al cielo, a las estrellas,
que canta, que ríe, mientras añora,
o trabaja con tesón y destreza.
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Yo soy de la tierra de labradores,
de "pelucos" en el campo curtidos,
de buenos ganaderos y pastores,
de alfareros finos y bien pulidos.
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Yo soy de aquella tierra de emigrantes,
que han abandonado ya la labranza,
saliendo del pueblo siempre anhelantes,
con muchos recuerdos y añoranzas.
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De Cáceres, hoy de la Humanidad,
tierra antes de espadas y de espadañas,
sí, pero más cerca y con humildad,
nací y viví en tierras arroyanas.
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Muchas más alegrías que tristezas,
las que siento del hogar y regazo
de mi crianza y mi niñez en la Cuesta,
no puedo quitar el aldabonazo.
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Allí viví, donde la tierra enseña
a vivir siempre del duro trabajo,
donde recios hombres de pana sueñan
en la familia, con alegre canto.
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Con raíces de encinas me formaron,
hecho y moldeado con alfar barro,
arroyano por los cuatro costados
y fiel a todo lo que me enseñaron.
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Jerez 1994-1997.


(Escrito enviado por el profesor y escritor D. Alonso Ramos)

(Nose ha podido incluir foto de portada)




sábado, 25 de febrero de 2012

ARROYO DE LA LUZ















TIERRA DE LUZ

Me dice el corazón que Arroyo de la Luz, tiene una luz en las sombras. Luce al amanecer con una aurora muy especial. Eso creo que es debido a que hubo en la antigüedad una hermosa nereida que se quedó dormida entre las olas, y el vaivén del agua la llevó vagando entre las espumas hasta un lugar llamado "El luzenar" y allí la dejó encima de un pequeño promontorio. Era una ninfa bellísima llamada Nerea, de pelo verde, ondulado y sedoso. La ninfa, se puso a llorar desesperadamente, al ver que el mar la había abandonado mientras dormía. Lloró y lloró entre la soledad y la angustia. Estaba sola en aquel paraje desconocido y solitario. La mitad de su cuerpo era el de un pez y la otra mitad el de una bella mujer, una diosa rubia como el sol de la mañana. Miró en derredor buscando el mar, no había mar. Se estremeció, imploró al dios Apolo, mientras de sus hermosos ojos caían gélidas lágrimas transparentes, el dios escuchó su llanto que era como un salmo de dolor y de dulzura, pero el dios temiendo que le robaran su poder y su hermosura, se retrasó en aparecer, cuando lo hizo, ya Nerea estaba a punto de morir de desesperación, había llorado tanto que sus lágrimas corrían por aquel hermoso lugar antes inundado por el mar y ahora impregnado de lágrimas. Apolo se compadeció al fin, y asomó allá por el oriente enviando rayos de arrebol y violeta. Subió y subió, pero cuanto más subía más calor sentía Nerea. El ardor de aquel extraño fuego, la fue derritiendo y fosilizando. Su parte de pez se convirtió en agua, la cual siguió el rumbo de las lágrimas. La parte de mujer se hizo tierra con una bellísima y exuberante dalmática. Los ojos se convirtieron en dos brillantes y transparentes charcas que lloraron por su dueña desconsoladamente, hirviendo en el amor y la pena, hasta desbordarse como arroyos de silencio. Y la luz se hizo en mitad de aquel bellísimo paraje y se formaron dos regueros de líquido precioso destellando en fulgores. Uno salió de la charca del Noroeste y se internó en el collar de huertas haciendo crecer la vida; otro salió de la charca del Nordeste y se abrió camino espejeando como el Ponto que menciona Homero, pero no caminaba hacia el infierno, sino hacia la libertad de la luz y también, como su otra lágrima, en busca de la vida. Entre ambos regueros, arroyos ya, convertidos en limpidas y cristalinas aguas. Allí entre ambas corrientes, quedó como una crisálida, el terso y turgente pecho de Nerea, del cual comenzó a surgir la luz y la vida. Más allá de Apolo, una luz poderosa brilló en la infinidad y envió un regalo, una deslumbrante luzena que se posó en la bóveda celeste por encima de la crisálida, de cuyo fulgor comenzó a surgir el canto de los pájaros, las encinas, los canchales con su sedosa y musgosa capa, la hierba de los campos, el canto de las mujeres, los gritos de los niños, el trino aflamencado de los hombres.Todo quedó bajo el cielo: las nubes, el sol, la luna, el día , la noche, el grito y el silencio. Había muerto Nerea... Había nacido Arroyo, cuyo apellido, alumbra el corazón de las estrellas.


Madrid, 25 de febrero de 2012.
Eladio San juan Brasero.

jueves, 23 de febrero de 2012

LLAMAS EN LA PRISIÓN











OTRA VEZ LA VIOLENCIA
***
Otra vez la violencia derramando
la sangre de los hombres por la tierra.
Esta vez en la cárcel, fuego y llamas,
desolación y muerte con cadenas.
Ya ni la libertad supera al sueño
de salir redimiendo la condena.
Se acabó la ilusión, ganó el olvido.
Sólo queda la luz de alguna estrella
que quiera compartir lecho divino
con presos convertidos en centellas.
Recuerdo, sólo queda el recuerdo,
para decirle al mundo: ¡vil culebra!
que te arrastras en busca de dinero
y olvidas a los hombres y sus penas.

Quizá si el mundo fuera más humano,
repartiendo mejor esa riqueza,
habría más amor y menos cárcel,
y rosas crecerían en las celdas.

domingo, 5 de febrero de 2012

EL RINCÓN DE LOS POETAS

EL VEINTE, SAN SEBASTIAN ( O )
Festividad de San Sebastián, frío.
A él mis pies, más sensibles, sujetos.
Si están calientes, ningún desvarío.
Sentado, con el periódico, quietos
en el Club, no sentidos como míos.
Y calefacción puesta, por supuesto.
Entre las nueve y las diez, no temprano.
En el ir y venir, frías las manos.
- -.--
Yo en este día no sentía frío
en plazuela de San Sebastián, quieto,
presenciando subasta, siendo un crío,
subasta de ofrendas, ofrecimiento
o entre las mozas con sus atavíos
de refajo, en carnaval ojos puestos.
Como en los años ya menos lejanos,
en otro Club, mis sueños arroyanos.
- * -
Otro Club, el Club Juventud en Arroyo de la Luz, mi pueblo de infancia y juventud.
OTRA RADIOGRAFÍA ( ro )
Mucho sueño dormido.
Mucho sueño despierto.
Sueño cuando escribo.
Sueño cuando yo leo.
Sueño cuando yo miro,
y sueño cuando pienso.
Lo inútil lo evito,
la pérdida de tiempo,
me siento intranquilo,
me corroen los nervios.
Voy como distraído.
Voy absorto, ajeno.
Veo, pero no miro,
pues voy conmigo, pienso.
Mi rostro es adusto,
yo me río por dentro.
De chistes o de mimo
en mí, poco efecto,
pero cuando me río,
me río y lo demuestro.
Procuro no hacer ruidos,
de los ruidos me alejo,
sobre todo, chillidos.
Me gusta el silencio.
No me gusta el bullicio,
pendencias o jaleo.
Los problemas evito,
junto a mí, paz, sosiego.
Soy nervioso y tranquilo,
amigo, compañero.
Soy feliz con los míos,
dichoso con mis nietos.
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21/01/12
Poema enviado por D. Alonso Ramos,
Profesor arroyano, en Jerez de la Frontera.
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sábado, 4 de febrero de 2012

EL RINCÓN DE LOS POETAS

















EN BUSCA DE LA CIMA
A todos los enfermos.
***
Para encontrar la cima que me aguarda
caminaré al amor,caballo al paso,
sin temer a las nubes ni al ocaso
en esta soledad desesperada.

Cabalgaré en la lluvia o la nevada
cómo el dios a la cima del Parnaso.
Lucharé por mi vida, paso a paso,
con vuelo de paloma enamorada.

Pondré mi corazón sobre las manos
y lo alzaré a las nubes, fuego y llama,
y miraré tan cerca y tan lejano

que seré como Apolo cuando sangra
y quemaré tu nido electrizado
cancerígena célula malvada.
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